Después de casi un año ideando y trabajando en el proyecto de huertos urbanos de TriNa, ayer 7 de junio, se presentó en el Centro de Educación Ambiental del Retiro el huerto permanente que nace de la colaboración entre dicha marca y el Ayuntamiento de Madrid.

Mientras escuchaba a Ana Botella presentar y celebrar esta iniciativa, reconozco que tenía emociones encontradas. Por un lado, tenía la sensación de que todo el esfuerzo había valido la pena. Y por otro, me preguntaba si ese esfuerzo quedaba relegado a un simple titular.

Después de ese momento de duda, miré a mi alrededor y pude ver las mesas de cultivo, el huerto educativo, los árboles frutales y lo que pretende ser el huerto colectivo. Y sí, merece la pena.

Desde quiero salvar el mundo haciendo marketing hemos conseguido dar forma a eso que se viene llamando marcas ciudadanas, y que no es otra cosa que establecer un diálogo entre ciudadanos (por cierto las empresas también son ciudadanos)donde cada uno aporta y colabora en la medida de sus posibilidades y motivaciones con el objetivo de tener una mejor convivencia.

Sinceramente, no sé si enmarcarlo en un contexto de RSC, pero sí hemos trabajado aplicando nuestro modelo de las 8 C´s, buscando generar la confianza que sólo el trabajo bien hecho y el tiempo nos podrá dar. Alinear valores y atributos de marca, misión y visión de la compañía, entorno competitivo, y tendencias de una sociedad que busca reencontrarse con el entorno, han formado parte de nuestro proceso de análisis y trabajo.

A estos cultivos vendrán familias, profesoras, solterones, manitas, vegetarianas, despistados y espabilados. Beberán o no TriNa les gustará la marca o no, pero el caso es que se beneficiaran de algo que, antes, no estaba ahí.

Este huerto permanente no es el final de nada, es un paso más. Antes ya celebramos la creación del huerto corporativo de TriNa en la azotea de sus oficinas (los de mantenimiento alucinan), Wysiwyg creó la web practicahuerting.com, vendrán charlas con colectivos de huertos urbanos, asociaciones de vecinos, bloggers y curiosos. Y por supuesto, acuerdos con otras ciudades.

Nos sentimos orgullosos de lo que hemos construido hasta la fecha, y quiero dar las gracias a Pedro Bravo, socio de “quiero” que colaboró en su origen en dar forma a esta idea, a Pita Sopena, directora del proyecto, que gracias a su ilusión, rigor y método está haciendo que este proyecto sea hoy una realidad.

Pero éste no es sólo el trabajo de “quiero”. Nuestros amigos del área de medio ambiente del Ayto. de Madrid: Juan, Mari Sol, Rafa y Luís que son un ejemplo de convicción y pasión por su trabajo. Wysiwyg está liderando la comunicación online, Globodigital y Educando nos están ayudando a que, en breve haya tomates en medio de la Plaza de Callao, Equipo singular y Estudio de comunicación como agencias de comunicación, Arena como agencia de medios, y por supuesto los profesionales de la marca TriNa que desde el principio se ilusionaron e invirtieron e hicieron grande en este proyecto. Gracias Pablo, Irantzu, Esther y Montse.

No olvidamos a todos los medios que ya están haciendo eco de esta noticia, como la revista: Anuncios, Estrategias, IPmark , ClubDarwing Neo2 y al Periódico de la publicidad…a todos muchas gracias.

Solo el tiempo dirá que pasa con este proyecto, pero lo que sí que está claro es que cada vez hay más gente que quiere poner una tomatera en su terraza y, para eso, no hace falta una multinacional, un gobierno de izquierda o derechas, o una pensión de viudedad. Somos nosotros, los ciudadanos, los que tenemos la capacidad para tomar nuestra propia decisión, pero que otros ciudadanos como empresas o administraciones nos ayuden a darle forma y disfrutar de ello, mola

¿y por qué no…?